viernes, 14 de marzo de 2014

Una educación formadora y positiva


Los problemas por los que atraviesa la educación, en la actualidad, no son desconocidos por nadie. Instituciones privadas que dan prioridad a lo comercial antes que a la formación, y un Estado que, poco a poco, vacía la enseñanza pública con políticas educativas pobres, son sólo algunos ejemplos de los males que aquejan a los procesos educativos, hasta la fecha. Así, mientras en las altas esferas, se debaten y comercializa la educación; en el aspecto micro-social, hay grupos humanos que crecen continuamente para generar nuevas pedagogías.

El camino hacia una educación formadora y positiva está lleno de tareas salvables, mediante el trabajo conjunto de los educadores, los padres, la familia, los centros de estudiantes y las cooperadoras escolares. La labor conjunta logra cambios importantes. Es el momento ideal para acentuar las cosas buenas y los movimientos positivos.
Cada uno de estos movimientos -individuales y sociales- afecta la vida de los alumnos, consiguiendo enseñar y plasmar capacidades nuevas, y alcanzar un efectivo desempeño escolar. Incentivar el desarrollo de habilidades, tan simples como “mejorar la memoria” o “mejorar la lectura”, constituye la puerta de entrada en una nueva etapa de adquisición de conocimiento.
La memoria es fundamental a la hora de poder organizar los procesos cognitivos. Por ejemplo, es necesario que el alumno no solamente recuerde un tema particular, sino también otras cuestiones (pruebas, informes) y que aprenda a jerarquizarlos. Por otro lado, mejorar la lectura implica un factor de desarrollo importantísimo. Leer una novela en una semana, no sólo acrecienta la capacidad de lectura, sino que, además, perfecciona la ortografía y léxico.
El resultado de priorizar temas de estudio y concentrar técnicas de lectura posibilitan -a la larga- que el alumno llegue a sus horas de ocio y creatividad más rápido. Por increíble que parezca esta combinación -mejorar la lectura y la memoria, unidas a una buena cantidad de horas de ocio- es la base fundamental para que el alumno aprenda a gestionar sus clases, sus obligaciones y su vida social. Un fruto visible a corto plazo es un mejor alumnado, concentrado, con energía y creativo.
Es la hora de implementar una nueva pedagogía, nacida en lo social, sin relación con las políticas educativas de turno. Pedagogías que formen sujetos desde diferentes áreas (escuela y familia), áreas que orienten y promuevan el crecimiento personal de los alumnos, contenidos desde lo social (por su familia) y lo académico (por los educadores).

2 comentarios:

  1. Si que es verdad que cuando te acercas al.programa por primera vez te puede parecer como algo extraño, no es a lo que estamos acostumbrados, ni juzgas, ni regañas, ni eres como todos los adultos solemos ser, sobretodo los que tenemos hijos, tienes que empezar a cambiar tu misma tu propio chip.... Es un cambio positivo y no sólo te ayuda en tu voluntariado, sino en todas las cosas de tu vida

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  2. Totalmente de acuerdo.
    Si en las escuelas y sobre todo en las casas convenciéramos a los niños que se lean un libro, una novela o un simple cuento en vez de estar todo el día con las consolas y con los juegos, seguramente el día de mañana serían personas mas formadas.
    también creo que con este método aprenden tanto los alumnos como los profesores,
    Hasta el final de nuestra vida , estamos aprendiendo.
    Enhorabuena , un trabajo excelente

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